¿Alguna vez has tenido una conducta determinada que no era la natural en ti para conseguir algo o para salir de una situación desagradable?, ¿alguna vez has desarrollado un rol que no eras tú para obtener algún beneficio?…por ejemplo “ir de fuerte, de seguro” (eh!, estoy aquí tenme en cuenta, soy válido), “ir de serio” (cuidado conmigo, yo elijo quien se me acerca), “ir de liberal” (haz lo que veas, no me comprometas con nada), etc. Son roles que adoptamos porque una vez nos funcionaron y nos aportaron algún “beneficio” o “escape” en esa situación incómoda.
Todos jugamos a algo, la mayoría de las veces no somos conscientes de ello porque lo hemos implantado en nuestra vida y ya forma parte de nuestra manera de comportarnos. Por eso lo primero es “darse cuenta” del juego (auto observación), luego sopesar beneficios aparentes (atención, compasión, evasión, no asunción de riesgo, protección, aceptación externa, etc) y costes emocionales (desgaste, incomunicación, aislamiento, acumulación de tensión, desvincularse de todo, etc).Por último evaluar si nos merece la pena y “seguir jugando” ó actuar hacia el cambio.
Te deseo un gran día , sin juegos, se tú…¿para qué quieres jugar si siendo tú mismo te conviertes en tu versión más poderosa?
Yo, aquí y ahora, contigo.